En la actualidad no
hay constancia de que el mejillón cebra exista en la cuenca del Guadalquivir,
aunque podría introducirse por ejemplo, involuntariamente, a través de
embarcaciones que provengan de aquellos embalses infectados en los que está
permitida la navegación y la pesca. Aparece en lugares con aguas relativamente
calmas y la observación de ejemplares adultos puede ser fácil en tuberías,
arquetas, en partes bajas de pantalanes de embarcaderos, rejas, rocas
semisumergidas, etc.
Un año después vendrían las restricciones sobre navegación
[2,3] y pesca [4] en los embalses de Los Bermejales e Iznájar en la cuenca del
Genil, como respuesta a la presencia de la especie en los Bermejales. Y ahora,
cuando tras varios años de bonanza hidrológica los embalses empiezan a bajar,
el mejillón cebra vuelve a ser objeto de cabecera de prensa, radio y
televisión. Según diferentes medios de comunicación [5,6] la Consejería de
Medio de Agricultura, Pesca y Medioambiente confirma su presencia en el embalse
de Iznájar y lo que es quizás menos importante el aparente abandono de los
trabajos de seguimiento por parte de la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir que con la recuperación de sus competencias en la cuenca sería
responsable del expediente correspondiente que inició la Junta en 2010 sobre el
seguimiento en los embalses andaluces. No es cuestión de buscar culpables pues
culpables posiblemente seamos todos los que de una u otra forma participamos de
la gestión de las masas de agua.
Los profesionales que trabajamos en su día con esta especie
en otras cuencas no supimos convencer a la administración ni estatal ni
autonómica de la importancia para realizar estudios preventivos de carácter sistemático
como los realizados por otras Confederaciones Hidrográficas y Comunidades
Autónomas. Ya dimos cuenta del impacto de la especie en diferentes sectores
económicos o del efecto sobre el potencial ecológico de los embalses.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir inició los
trabajos de difusión de la problemática de la introducción de las especies
exóticas, y en ámbito de la explotación de los la red de control biológico de
los embalses de la cuenca estuvo pendiente de los resultados de los diferentes
muestreos. Sin embargo, como ya anticipamos algunos profesionales, el
seguimiento a partir de los muestreos rutinarios de zooplancton de carácter estacional
estaba lejos de los trabajos de seguimiento específico que se habían iniciado
en cuencas como las del Ebro y Júcar.La Consejería de Medio Ambiente, hoy también de Agricultura y Pesca, en el ámbito de los trabajos de prevención y erradicación de especies exóticas invasores de acuerdo con la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de
Pescadores y aficionados a la navegación de interior también iniciaron sus campañas de concienciación, pero con escasos medios y con la imposibilidad de llegar a todos los aficionados que de uno u otro sector se concentran alrededor de estos embalses difícilmente podrían esperarse mejores resultados.
A pesar de ser de los principales afectados, y de numerosas
iniciativas de difusión y control en otras cuencas, se me antoja que el sector
del regadío y el hidroeléctrico en la cuenca no ha sabido aprovechar la
experiencia de algunas comunidades de regantes o de la misma ENDESA, pionera en
abordar trabajos sistemáticos de seguimiento y control en algunos embalses del
Ebro.
Todos en la medida de nuestras posibilidades, intereses o
prioridades, hemos hecho algo para evitar la presencia del mejillón cebra en
Andalucía, pero todos de alguna u otra forma somos culpables de su expansión.
En su día vimos las barbas de nuestro vecino pelar, así como también las del mejillón
en otras cuencas, pero ni pusimos las nuestras a remojar ni fuimos capaces de aunar
esfuerzos para su control. Todavía no hemos alcanzado los niveles de colonización
alcanzados en el Ebro, de hecho las noticias hablan de sólo once ejemplares
detectados entre las ramas de la vegetación sumergida del embalse. Quizás
estemos a tiempo de remojarnos y controlar la expansión en otros ríos de la
cuenca antes de que se nos acabe el agua, o de que la barba nos crezca tanto
que ni el jabón ni la navaja de afeitar sean suficientes…
[1] CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL GUADALQUIVIR (2008).
Manual de identificación y manejo de especies exóticas en la cuenca del
Guadalquivir. CHG. Comisaría de Aguas. Ministerio de Medio Ambiente y Medio
Rural y Marino.
[2] RESOLUCIÓN de 27 de abril de 2009, de la Dirección General
de Dominio Público Hidráulico de la Agencia Andaluza del Agua, sobre
prohibición temporal de la navegación en los embalses que se citan. BOJA 89. 12
de mayo 2009.
[3] RESOLUCIÓN de 13 de abril de 2010, de la Dirección General
de Dominio Público Hidráulico de la Agencia Andaluza del Agua, sobre
levantamiento parcial de la prohibición temporal de navegación en los embalses de
Iznájar, tt.mm. de Algarinejo, Cuevas de San Marcos, Iznájar, Rute, Loja y
Zagra, provincia de Córdoba, Málaga y Granada, y Bermejales, en t.m. de Arenas
del Rey, provincia de Granada. BOJA 80. 27 de abril 2010.
[4] RESOLUCIÓN de 9 de octubre de 2009, de la Dirección General
de Gestión del Medio Natural, por la que se modifica el período hábil de pesca
en los embalses de Bermejales (Granada) e Iznájar (Córdoba y Granada), en los
ríos Genil y Cacín (Granada) y se regula la utilización de medios auxiliares de
pesca, así como las medidas de control y desinfección en los mismos. BOJA 208. 23
de octubre 2009.
[5] Diario Córdoba. 9/08/2012
[6] El Día de Córdoba. 9/08/2012
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